Varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas Coffee Watch, International Rights Advocates y la alemana Deutsche Umwelthilfe, presentaron una queja formal contra Nestlé, Starbucks y Neumann Kaffee Gruppe por presuntas violaciones de derechos humanos en plantaciones de café. La denuncia fue remitida a la Oficina Federal Alemana de Economía y de Control de las Exportaciones (BAFA), con base en la ley alemana de debida diligencia empresarial, vigente desde 2023.
Las acusaciones incluyen trabajo infantil, trabajo forzado, violaciones de normas de seguridad laboral y explotación salarial en fincas ubicadas en Brasil, México, China y Uganda. Según Coffee Watch, las irregularidades documentadas son “graves, sistemáticas y extendidas” dentro de las cadenas de suministro de estas compañías. 
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La ley alemana y las denuncias
La ley alemana sobre el deber de cuidado obliga a las empresas con sede o actividad significativa en Alemania a vigilar las condiciones laborales de sus proveedores, garantizando el respeto de los derechos humanos y la prohibición del trabajo infantil o forzoso. De acuerdo con las ONG denunciantes, las empresas señaladas no habrían aplicado los mecanismos de monitoreo y auditoría que la normativa exige.
Etelle Higonnet, directora de Coffee Watch, señaló que
“en las plantaciones que proveen a Nestlé, Starbucks y Neumann Kaffee Gruppe trabajan niños y adultos bajo condiciones precarias, con salarios bajos y hostigamiento laboral”.
La organización pide al gobierno alemán actuar para asegurar que las empresas asuman su responsabilidad ética y legal.
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Respuesta de las empresas
Nestlé respondió que toma las acusaciones “muy en serio”, aunque aseguró no tener relación directa con las explotaciones mencionadas y afirmó haber cancelado contratos con proveedores que no cumplieron con sus normas. Por su parte, Starbucks calificó las acusaciones como “infundadas” y reiteró su compromiso con el abastecimiento responsable a través de su programa C.A.F.E. Practices, enfocado en garantizar salarios justos y condiciones seguras para los trabajadores.
La denuncia reabre el debate sobre la responsabilidad social de las grandes marcas frente a las condiciones laborales en sus cadenas globales de producción. En un contexto donde los consumidores demandan mayor transparencia y sostenibilidad, las ONG piden medidas más estrictas para asegurar que el café que llega a millones de hogares no tenga detrás violaciones a los derechos humanos.
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