Un juez de control en la Ciudad de México emitió una orden de aprehensión contra Jesús Martínez Patiño, presidente del Grupo Pachuca, y Hipólito Gerardo Cabrera Acosta, representante legal del club, por desobediencia de particulares agravada. La medida se tomó después de que ambos directivos no se presentaran en dos ocasiones a la audiencia inicial, con el objetivo de garantizar que respondan ante la justicia. De confirmarse su traslado, serían enviados al Reclusorio Preventivo Varonil Norte.
El delito de desobediencia de particulares, previsto en el Código Penal, sanciona el incumplimiento de resoluciones judiciales o administrativas, y en este caso se aplica por la falta de comparecencia de los directivos. Especialistas legales consideran que, de continuar el desacato, las sanciones podrían intensificarse. La situación representa un hecho sin precedentes en el fútbol mexicano, al ser la primera vez que altos directivos enfrentan una orden de aprehensión por desacato judicial. 
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Litigio y transmisiones interrumpidas
La medida judicial se produce en medio de un conflicto legal entre el Grupo Pachuca y Grupo Lauman, relacionado con las transmisiones de los partidos de Pachuca y León en la Liga MX. Este litigio provocó la suspensión de la transmisión del encuentro Pachuca vs América, situación que actualmente se resuelve a través de plataformas de Fox Corporation mientras se define la disputa legal.
El caso ha generado incertidumbre sobre las operaciones y el futuro legal del Grupo Pachuca. Fuentes judiciales confirmaron que el juez declaró a Martínez y Cabrera en rebeldía, lo que permitió la emisión de la orden de detención. Hasta el momento, ni la Liga MX, ni la Federación Mexicana de Futbol (FMF) han emitido declaraciones oficiales respecto a la orden de aprehensión. Por otro lado y mediante el X del Club de Futbol Pachuca, Jesús Martínez lanzó un breve comunicado.
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Impacto en la Liga MX y directivos
Expertos señalan que la situación podría sentar un precedente sobre la responsabilidad de los directivos de alto nivel en el fútbol mexicano. El proceso legal en curso enfatiza la obligación de cumplir con resoluciones judiciales y la posible ampliación de sanciones ante nuevos incumplimientos. Mientras tanto, los seguidores del club y la comunidad futbolística observan cómo este caso podría influir en la administración y funcionamiento del Grupo Pachuca.
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